lunes, 11 de febrero de 2013

PUERTO RÍO TRANQUILO - MIRADOR GLACIAR SAN VALENTIN

Puerto Río Tranquilo - Mirador Glaciar Monte San Valentín (104 km. ida y vuelta)

Debo confesar que cuando regresamos a tranquilo dije; "Este camino si que es la Verdadera Carretera Austral que conocí en historias y revistas".

Nos levantamos temprano como de costumbre, entre 8:00 y 9:00 hrs., tomamos un buen desayuno y partimos. El día se presentaba nublado y con harto viento.

Compramos el almuerzo oficial (galletas, pan y cola-cola) y salimos por la ruta que lleva a Bahía Exploradores. Estaba helado y los arboles nos protegían del viento, pedaleamos sin parar hasta el Lago Tranquilo, nos detuvimos en el mirador para hidratarnos y contemplar el Lago. 




Pasamos la loma que geográficamente lo contiene, sigue una bajada con curva y empieza a cambiar el paisaje. De a poco en los cerros van desapareciendo los pastos amarillos, aparecen pequeños pinos, muchos arboles secos y el camino continua en tobogán a través del estrecho valle. Las nubes lentamente nos fueron negando el sol para hacernos sentir débiles frente al viento que no molestaba pero que traía consigo el frío. Pedaleamos largo rato hasta ver el primer ventisquero y la verdad no teníamos idea que hay varios en toda la ruta. Sacamos la cámara e hicimos varias tomas del hielo, para verlas con mas detalle en la pantalla. Impresionante.






Continuamos la ruta bien motivamos por lo que estábamos viendo, el sol lograba vencer a las nubes en algunas batallas y nos regalaba tramos de grata temperatura. Llegamos a la Cascada La Nutria, parada obligada para tomar fotos y abastecernos de agua. Aquí nos topamos con varios turistas en auto y que la verdad no transitan mucho por esta ruta ya que no es muy conocida a pesar de su belleza. 




El camino cada vez se presentaba mas duro, aunque poca calamina, tenia bastantes piedras y hoyos. Al avanzar los kilómetros me dolía el hombro izquierdo, paramos un par de veces para calmar el dolor hasta llegar a un sector donde el valle se encajonaba bastante. Nos llamó la atención la forma de las algunas piedras que eran enormes murallas lisas y por las cuales caía agua, aprovechamos de comer algo porque no me sentía muy bien.




En este punto los frondosos bosques y la selva patagónica ya se habían adueñado por completo del paisaje. Paramos largo rato y al continuar seguíamos viendo estas murallas de roca lisa, parecía que alguien las hubiera pulido por años. El valle se amplió por un momento para mostrarnos majestuosamente otro Ventisquero en lo alto. Paramos nuevamente pero esta vez para contemplarlo, son increíbles.




Después de esto el valle se volvió a encajonar para mostrar el Lago Bayo a la derecha, el camino cambió de material, ahora muy parecido a la gravilla. Mirábamos el cielo y cada vez nos presionábamos más psicológicamente para llegar pronto a destino antes de que lloviera. Vimos muchos lugares ideales para acampar pero teníamos una meta clara… llegar al Mirador del Glaciar Explotadores.



De vez en cuando una llovizna caía sobre nosotros, apretaba la gravilla para volver más rápido nuestro pedaleo aunque sentíamos frío. Sabíamos que estábamos cerca de la meta cuando empezó un tobogán con subidas bien marcadas y en cornisa contra el río. Cruzamos el Río Deshielo y vimos un buen lugar para acampar al costado del puente, el camino se volvió plano a través de un frondoso bosque que no dejaba ver lo que había mas adelante, avanzamos unos metros cuando de la nada aparece el refugio del mirador. 

Estábamos felices de haber llegado a buena hora ya que se nos habría la posibilidad de subir al mirador del glaciar. Dejamos la bicis a un costado, nos preparamos, pagamos la entrada e iniciamos la caminata por el sendero. Nos dijeron que eran 30 minutos de caminata hasta llegar al mirador por lo cual nos apuramos antes que lloviera. El sendero bien entretenido y al igual que todos los parques indicaban los nombres de los arboles y helechos. Casi al final, grandes raíces cruzaban el sendero hasta llegar a un sector de piedras donde te exige esfuerzo y precaución. Ya arriba en el mirador se lograba ver el valle por donde llagamos y al otro lado el enorme Glaciar del Monte San Valentín. Hacía frío pero nos quedamos cerca de 1 hora mirando todo el lugar, esto era realmente hermoso y teníamos la esperanza que las nubes se disiparan tan solo un momento para ver completamente al Monte San Valentín con su glaciar, que dan inicio a Campos de Hielo Norte.




Después de tomar muchas fotografías, aguantar el frío, el viento y la amenazante lluvia, bajamos para ir a armar nuestro campamento. Pedimos agua en el refugio para no quedar cortos y volvimos al Puente del Río Deshielo para acampar a un costado de el, bajo los arboles. Tuvimos que desenganchar los carros para llegar al lugar ya que estaba a muy desnivel del camino y solo existía una huella poco marcada. Una vez abajo armamos rápidamente la carpa, mi hermana a estas alturas has de la cocina preparo una rica sopa de caracolitos y una crema de espárragos para capear el frío. Yo por otro lado luchaba con la leña húmeda para lograr hacer fuego y secar la ropa que traíamos puesta aunque fuera un poco. Costaba tanto hacer durar la llama que llegue a la conclusión que soplar el fuego era un deporte innato de la Patagonia. Estuvimos hasta tarde afuera de la carpa tomándonos un cafe, no sentíamos frío a pesar de estar cerca de un glaciar y a 5 metros del Río que descargaba sus deshielos. Este era tan caudaloso que generaba mucho ruido por lo que era lógico que no dormiríamos mucho.










Sin darnos cuenta ya estábamos despertando al día siguiente, no podíamos entender como habíamos dormido tan bien; cómodos y sin sentir frío.

El día estaba completamente cerrado y para nuestra mala suerte llovía pero la carpa estaba bien protegida por los arboles. Nos preparamos y comenzamos el retorno a Tranquilo en contra de nuestra voluntad porque el lugar era muy agradable. 

Hacía un poco de frío pero al poco andar ya no le hacíamos caso. Nuevamente nos encontrábamos con murallas de roca lisa pero que no habíamos visto en la ida, también de vez en cuando mirábamos atrás y descubríamos nuevos ventisqueros.  Nos abastecimos de agua en la Cascada La Nutria y de a poco le fuimos ganando kilómetros a la lluvia hasta que finalmente nos dejo tranquilos. Nos dolía el cuerpo a raíz de lo malo que estaba el camino en algunos sectores y a medida que nos acercábamos a la salida del valle el viento corría mas fuerte. A nuestras espaldas las nubes cargadas de agua nos presionaban para llegar antes a Tranquilo para poder armar la carpa. Cuando llegamos al pueblo el viento soplaba fuerte, ya casi llovía, estábamos muy cansados, muertos, sin energía. Decidimos quedarnos en el mismo camping pero en el Hospedaje, no teníamos ganas de armar la carpa, solo queríamos ducharnos, comer y estar cómodos para no acordarnos del dolor de espalda.











Compartimos la mesa con un ciclista español que llevaba allí 2 meses producto de una tendinitis en una rodilla. Hacía la ruta de norte a sur con otras personas que se encontraron en el camino, en Cerro Castillo sintió molestias para quedarse finalmente en Tranquilo y esperar recuperarse. Cambiaba el valor del hospedaje por quehaceres domésticos en el mismo lugar y diseños gráficos. Su meta al igual que todos los extranjeros era llegar a Usuahia.




*** CONSEJOS ***
- El camino a Bahia Exploradores muestra varios ventisqueros en lo alto

- Lago Tranquilo está a 10 km del pueblo

- En el km 52 está el acceso al Mirador del Glaciar San Valentín. El valor es de $ 2.500 pesos chilenos.

También ofrecen caminatas en hielo, cuesta $ 35.000 pesos chilenos.

- Kilómetros más adelante se llega a un río donde no hay puente. Hay un hombre que vende paseos a la Laguna San Rafael


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miércoles, 6 de febrero de 2013

PUERTO RIO TRANQUILO

PUERTO RÍO TRANQUILO

Fuimos puntuales en llegar al bote para ir a visitar las Capillas de Mármol pero nos dijeron que tendríamos que esperar 1 hora hasta la siguiente salida porque las personas que habían reservado en nuestro grupo se arrepintieron por el fuerte viento. 

Nos devolvimos al camping pero antes compramos pan amasado y mantequilla para un buen desayuno. 



Cuando volvimos al bote, había mucha gente, nos subieron al más vacío y en primera fila. El día estaba agradable pero igual andábamos abrigados; primera capa, polera, poleron, chaqueta y gorro de lana. Al poco andar entendí a la gente que se había arrepentido más temprano, el bote se movía mucho hasta llegar a las pequeñas islas que anticipan a las capillas de mármol y en una de ellas hay una piedra que tiene forma de cabeza de perro. 




De aquí en adelante la mayoría de las piedras son de mármol, aunque bien distintas al mármol que uno conoce ya que le faltan 5 mil años de proceso natural a la roca y es la razón porque no se han explotado. 


El espectáculo lo inician las Cuevas que están a la derecha, luego la Capilla y finalmente la Catedral. Lo único que les puedo decir: "Espectacular", las formaciones de mármol son espectaculares y el color del agua multiplica la belleza por 100, la persona del bote va explicando todo, como se formaron, el tiempo aproximado que tienen, una que otra anécdota, etc. En primavera es posible bajar del bote en ciertos lugares porque baja el nivel del Lago Gral. Carrera producto del escaso deshielo en invierno. 


La Catedral es impactante, como esta mole de roca se puede sostener por esos pequeños pilares que con cada golpeteo del agua se van haciendo más frágiles. Esto se repite en todas las formaciones y se pueden ver pequeños derrumbes en algunas cuevas… realmente impactante.




El regreso fue todo un tema porque el viento soplaba muy fuerte, olas altas y grandes hoyos entre ellas hacían moverse bruscamente el bote que gran parte del viaje parecía estar en una montaña rusa. Gracias a Dios el Señor del bote fue muy precavido y considerado, dejaba de acelerar cuando pasábamos las olas porque el bote se iba en picada golpeando tan fuerte con el agua que dolía todo el cuerpo y parecía que el bote se fuera a partir en dos en cualquier momento. Cuando finalmente llegamos al pequeño puerto miramos a los demás que iban en el bote… estaban todos mojados!!??, éramos los único que se habían salvado de las olas porque íbamos casi en la punta del bote.


Estabamos tan fascinados con el paseo que recién había terminado que teníamos ganas de hacer otras cosas ya que era temprano. Almorzamos en el camping y pedaleamos los 10 km. hasta el Lago Tranquilo que está camino a Bahía Exporadores (En realidad queríamos ver como era el camino para la ruta del día siguiente). Partimos de civil, sin ropa técnica ni carros, solo una mochila y los cascos. El tramo bien agradable y rápido, se llega al Lago en cornisa hasta un río, de aquí en adelante es privado en ambos lados por lo que no se puede acceder al Lago. A lo lejos en lo alto se puede ver uno de los varios Ventisqueros que existen en esta ruta. El Lago es chico por lo que llegamos hasta el final, fotos para la posteridad y nos devolvimos hasta el río, bajamos con cuidado a una pequeñísima playita, y disfrutamos de la tarde. Al rato le dije a mi hermana; "Kotte, no me puedo ir de la Patagonia sin Bañarme en un Lago", y como no había llevado traje de baño al paseo del día, me tire en ropa interior, avergonzando a mi hermana. Un par de zambullidas y salí muerto de frío.







Llegamos de vuelta a Puerto Río Tranquilo pasado de las 18:00 hrs., íbamos camino al almacén cuando vimos una postal digna de facebook… un matrimonio asiático de 55 años, bajitos, en bicicleta, llevaban tantas cosas que parecían gitanos (con mucho respeto), hablaban fuerte y parecían perdidos. El hombre sostenía en la palma de su mano un netbook. Los mire unos instantes y realmente daba risa verlos tan concentrados en el netbook, me envalentone y le dije a mi hermana; vamos a ayudar?. Ella me miro con cara de que?, como?. Bueno ahora que lo analizo mejor me da un poco de vergüenza pero no me arrepiento de haberlo hecho. Me acerque y empece a parlare en inglés… jajajaja, no es muy bueno pero nos logramos entender… revise el netbook y tenían en inglés toda la información del pueblo, cabañas, camping, donde comer, lugares para visitar, mapa, todo.  Esto me llamó mucho la atención porque yo en 4 meses no logré reunir mucha información para el viaje, al menos no a ese nivel. Volviendo con nuestros amigos, los guiamos hacia el camping que estaban buscando y con tanto intercambio de palabras a medio entender nos olvidamos de la foto.


*** CONSEJOS ***

- El tour a las Capillas de Mármol, cuesta $ 5.000 (pesos chilenos) por persona.




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